jueves, 14 de mayo de 2009

TERCERA EDAD

MULTIPLICAOS

Y eso de multiplicaos ¿A que jijos se refiere? Será como algunos decimos, se refiere a ¿Hacer patria? A competir ¿Haber quien puede procrear más hijos? ¿A traer más hijos como eran las creencias de antes de que la mujer nació solo para eso? No, no, no, eso es por un llamado de la naturaleza a asegurar la no extinción del género humano, eso es por un comportamiento mesurado de cada quien, de cada pareja, de cada familia. Por eso han proliferado los distintos tipos de anticonceptivos, sobre todo en los países de bajo desarrollo, en donde se nos ha vendido la idea de que la familia pequeña vive mejor. Ojala el ser humano fuera capaz de proteger a su hembra como la hacen los animales pero en vista de que normalmente somos más irracionales que los irracionales, no queda de otra que buscar otros medios para evitar el embarazo o que las leyes permitan el aborto o que lo despenalicen a determinado tiempo como ocurre actualmente en el distrito federal. En fin esto es solo un comentario al margen por que eso de multiplicarse es una tendencia muy distinta. Tiene que ver más bien con el hecho de multiplicar el conocimiento que antes genero el crecimiento de conciencia, convertirnos mediante la ayuda reciproca en multiplicadores de una verdad la cual estamos convencidos los de 50, 60 o más años, por que a esas alturas de la vida, en esa etapa de plenitud, de haber realizado cualquier cantidad de cursos, si no en las aulas, sí en la universidad de la vida. Para entonces no es si quiero comparto y si no, pues no, más bien es un deber cuando menos con aquellos con los que comparto mi entorno social y /o familiar. ¿Verdad que no es lo mismo? Aquí se trata ya de cumplir la verdadera misión para la que estamos aquí, quizá por eso se dice que la vida comienza a los 40.
Desafortunadamente la gran mayoría piensa a esta edad de forma muy comodina, yo ya hice lo que me tocaba hacer ahora que trabajen los jóvenes, yo ya me canse, ya les di una carrera profesional, ahora ellos son los que deben ver por mí, ya estoy en la antesala de la tercera edad o ya estoy en la tercera edad y lo único que necesito es un buen reposet, mi televisión y esperar que el tiempo transcurra, mientras la muerte llega. Es así como muchos viven su jubilación o bien se auto emplean en un negocio comercial, casi siempre, en el que lo único que asen es sacudir el polvo a la mercancía que venden, espantarle las moscas si es producto comestible y cabecear como caballos lecheros. Dejan una forma de esclavitud de 30 o más años y toman otra quizá mucho más esclavizante que la anterior. La mayoría de las veces es una actividad para la que no nacieron, por que no han comprendido que es el tiempo de multiplicarse, no de consumirse, es tiempo de cerrar un ciclo y abrir otro mucho más importante mucho más relevante, el ciclo de la trascendencia.
En este ciclo de la trascendencia, escogen sentarse a dormitar diciendo y haciendo lo que a la larga o que a la corta les redituara pesimismo aburrimiento, abulia, sobre todo la contagiosa actitud del fracasado, de la derrota, del yo no puedo, que se viene repitiendo generación tras generación y cada vez a más corta edad.
A eso se debe a que ay decrépitos a los treinta años en su mayoría y pocos jóvenes de ochenta y más, capases de asumir con éxito las más grandes responsabilidades en la empresa, en la política y en otras aéreas de la actividad humana.
Incluso hay quienes dicen que de los 50 años en adelante las enfermedades están formadas, esperando turno para su atención medica y peor aún hay quienes opinan que están amontonadas reclamando y peleando ser atendidas con urgencia. Yo prefiero creer que no hay enfermedades si no enfermos y que mientras más me conozca a mi mismo más fácil me será mantenerme sano, por que estoy convencido que lo que le pido a dios o al universo, eso es lo que me concede. El eco es como la vida, si le pides fortuna te la da multiplicada, si le pides infortuna también eso te da a manos llenas, al fin que eso estas pidiendo. Es por todo eso y más te repito lo que dice Jorge Bucay, “El que no crece, envejece”.

CLIMAX

Llego la hora del clímax y tú que dijiste ya es la hora del organismo, pues fíjate que no, ni siquiera de la eyaculación, por que con esas ideas del yo no puedo o bien de ya la naturaleza me jubilo, no hay tal clímax por lo menos como tú te lo imaginas, lo que pasa es que yo, creído como estoy de que apenas tengo 17 años, por lo tanto yo si estoy en la edad. Al clímax al que me refiero de todas maneras es a otro, el que nos lleve al cierre maravilloso de esta charla, al alcanzar el éxito, o el orgasmo de saber que todo depende de mis pensamientos y no por que le tenga miedo o no a la muerte, en tal caso yo se que todos le tememos, pero también si pienso mucho en ella o me apego demasiado a la vida más pronto llegara sobre todo si me dejo contagiar con lo que piensa, dice y hace la mayoría. Soy consciente de que la muerte llegara pero cuando la misión para la que vine a este mundo se cumpla, entonces ni dios padre moverá un dedo para salvarme. Le llamo clímax por que este es el momento cumbre de la charla. Sé que el tema da para mucho más, pero es preciso concluir y hacerlo con euforia, con alegría, con optimismo y con la esperanza de haberles movido a la reflexión.
Tú y yo, yo y tú estamos en la edad de la plenitud, no hay obstáculos, no hay barreras y si las hubiera que mejor, si nos tumban o las tumbamos que bueno, lo único que importa es que no nos detengan que si están en el camino por el que tenemos que pasar, usemos la inteligencia, que las tomemos como retos o desafíos para vencer y no como excusas para claudicar por que yo creo que si no nos atrevemos a enfrentarnos, ¡Que flojera morirse! Sin haber puesto en práctica lo que aprendimos en nuestros primeros 50 años. Además como dije antes para esta parte de nuestra existencia lo tenemos todo a nuestro favor y lo más seguro es que los obstáculos que encontremos en el camino ni existen, son producto de nuestra imaginación. Les pongo un ejemplo: hay personas que invito para unirse con migo para fortalecer este proyectó que es PAX y contestan no puedo. ¿Por qué? ¿Qué te lo impide? Les cuestiono y contestan es que tengo que cuidar la casa, llevar y traer al niño a la guardería, al jardín de niños o bien a la escuela primaria. El asunto es que la casa es del hijo, y el niño o niña es también de su hijo, por lo tanto nada que ver. ¡Valla manera de desperdiciar el tiempo! ¡Valla manera tan tonta y motivo más pendejo para jubilarse y echar a perder la etapa de la plenitud y de la trascendencia! Solo por que no tienes chichis y si las tienes no dan leche, si no hasta de mamar le darías. Pretextos como estos carecen de valor, solo son excusas que pretende ocultar o disfrazar la mediocridad en la que algunos se obstinan en vivir, pero eso si siempre envidiando al exitoso. En cierta ocasión un compañero maestro al saber alguno de mis éxitos y logros profesionales y económicos, me dijo “Héctor eres un suertudo” y no me costó nada sonreír y decirle, esto no es cosa de suerte, es cosa de trabajo y lucha constante, la buena o mala suerte no existe. Hoy ese maestro padece cáncer por ser de los de ¡Yo no puedo! De los que ya tienen 40 o más años de servicio y no se atreven a jubilarse, de los que reciben buen sueldo pero no gastan, de los que no leen un libro y en sus ratos o días de ocio cuidan, a sus nietos, desperdiciando la época de oro de sus vidas y tirando al suelo, a la basura la corona de laurel que quiere ceñir su frente. ¿Podrá alguien así alcanzar la excelencia? No porque aunque lo inviten a subirse al podio de los triunfadores, prefiere decir que tiene agruras para no correr la maratón.
El clímax del que yo habló significa que te atrevas a elevar tu nivel de conciencia que compartas tus saberes para cumplir con aquello de que cuando nos vallamos de este mundo, lo dejemos un poco mejor de lo que lo encontramos, te estoy invitando a que tu vida cobre sentido, que te sientas satisfecho con lo logrado a que cumplas otras metas mucho mas ambiciosas que las de tus primeros 50 años. Ese es el verdadero orgasmo, el que produce mayor satisfacción y con el que se logra la trascendencia, la plenitud de una vida y finalmente la graduación y la titulación con mención honorifica.
Este es el clímax u orgasmo más maravilloso que el ser humano se gana a pulso y que ase fascinante nuestro paso por este planeta, es la trascendencia y la libertad para decir con todo derecho ¡Misión cumplida! Ahora sí, ¡Si la muerte llega, bienvenida sea!
El sacrificio bien vale la pena, la aventura nos está esperando, es tiempo de lanzarnos en busca de la excelencia ¡Qué más da si en ello nos va la vida! De cualquier forma el destino final es el mismo para todos, mas no hay comparación si mis experiencias y conocimientos hacen que nuestro país alcance el desarrollo por tantos siglos deseando, el lugar que merece frente al mundo. Vale la pena llevar a cabo con dignidad la etiqueta de hombre, no la de macho, vale la pena recuperar la dignidad perdida por que soy consciente de que mi capacidad no tiene límites, que existen muchos libros por leer, muchos por escribir y publicar;
Existe mucho mundo por conocer, muchas playas por disfrutar, existe mucha juventud a quien servirles de ejemplo muchas conferencias por dictar, muchos cuentos que inventar y que contar; un mundo de descubrimientos por develar, muchas historias por protagonizar, muchos hospitales y enfermos por visitar, cantidad de recursos que regenerar, tantas calles por barrer, en fin tanto bien por hacer.
Yo te invito a no tirar la toalla, antes de tiempo, no importa la edad, importa como piensas y si piensas que es posible lo será. La vida es una aventura apasionante, solo hay que saberla vivir. Dios te hizo grande, ¿Qué ganas con achaparrarte? ¡Dios dispuso para ti una vida plena! ¿Qué ganas en obstinarte a vivir como un mediocre? ¡Dios dispuso para ti la luz, la alegría, la paz, la ternura, el amor! ¿Qué te hace pensar y vivir en la ignominia? ¡Tú eres un ser de luz de esperanza, de excelencia!, deja ya de arrodillarte y humillarte frente a la autoridad! Recuerda que el está hecho de lo mismo que tu.
Basta ya de inclinar la cabeza ante el poderoso, solo por que goza de dinero y de poder político, recuerda que tú vales por lo que eres no por lo que tienes.
Un universo de luz y de esperanza cierta está pendiente de ti, por que tu eres el hombre o la mujer sabia, el inteligente, el audaz, el emprendedor, el hombre digno, el llamado a hacer historia, el protagonista, el primer actor, el hombre libre, pleno y feliz, que alcanzo la gloria de la plena realización y de la trascendencia.


PROFESOR. HECTOR VIVERO ROJO

No hay comentarios: