2.- Que responsabilidades conlleva esta unión de pareja
Casi nada, casi nada solo la perpetuación de la especie, el no degenerar la especie, la sana convivencia entre dos y los que de esa unión se deriben, la educación, la salud, el bienestar, la alimentación, la diversión de los hijos, la gran responsabilidad de educar con el ejemplo la gran responsabilidad de amarse, respetarse, en la salud, en la enfermedad, para todos los días de su vida, soportar todo lo que surja de esa relación ¡Hasta que la muerte nos separe! ¿Basta? O le sigo rascando, porque estoy seguro que en este asunto si más le rasco más me sabe. Pero al fin bueyes, allá vamos, puede más un par de… que los consejos y lo que vemos en los demás matrimonios, con esto no quiere decir que esté en contra del matrimonio, sino en que nos fijemos con quien establecemos esta sociedad, porque yo puedo enojarme con un amigo que al fin y al cabo no me duermo con él, pero con el esposo o la esposa estamos condenados a soportar el colchón y a hacernos los dolidos. Los molestos si el otro nos toca, pero peor aun tener que aparentar con los pinches compadres que llegan de visita o con la suegra que sabe llegar en el momento menos esperado.
Hablar de las responsabilidades que conlleva la unión de pareja me parece desgastante e inútil, ya lo sabemos y en la mayoría de los casos lo hacemos por imitación no por que sepamos que eso es lo correcto, pero además se nos olvidan que en medio de todos esos deberes se encuentra la condición. Hacerlo todo con amor y ¿con? una obligación moral. Si se hace con amor no pesa y se hace con gusto y sin interés, porque desafortunadamente los padres en muchos casos ya vemos a nuestros hijos como nuestra inversión, como nuestro negocio, incluso a la pareja en muchos casos también. Ya parece que oigo, ¡Ese si te conviene, es de familia rica!, ¡Ese es un buen partido, recibirá una gran herencia! ¡Hijo tírale al cheque! ¡Búscate una maestra! Y entonces la esencia del amor no existe, los deberes se cumplen en lo material y hasta la mujer lo dice, ¡A mí que no me falte nada, aunque ande de cabrón!, pero entonces se cumple, pero se cumple mal porque nada bueno puede esperarse si se tiene casa pero no un hogar se llama unión conyugal y esto quiere decir en términos groseros, la unión de dos bueyes, que tienen que jalar parejo, que uno no puede quedarse ni desviarse por que el otro lo jala, que la misión es uncidos, juntos, que no se vale ni se puede uno solo porque están unidos por el yugo. Lo peor es que esas promesas pronto se olvidan y se pueden desbaratar a lo macho porque vivimos en un país que lo permite todo y donde bien sabemos que las leyes y las mujeres se hicieron para violarlas.
Hay un deber casi nunca cumplido y es el de la diversión, pero diversión sana y si no yo les pregunto y me pregunto, ¿Quién de nosotros mete en su presupuesto una partida para la diversión?, todo eso será mañana un mañana que nunca llega pero que si de verdad lo hiciéramos sería el mejor de los pasos hacia el cariño, el amor y la comprensión de los que a diario conviven con nosotros.
Anécdota ¡Fila decima, al centro!
Se cuenta que en cierto lugar cuyo nombre no recuerdo, había una familia, un matrimonio con 2 hijas, en el que el papá era muy celoso con sus hijas a quienes les prohibía salir, sobre todo a bailes, festivales conciertos y de igual manera si iban a salir por invitación de algún muchacho. Se cuenta que las chicas eran muy decentes y obedientes, por eso cada vez que se aproximaba un evento se dedicaban con más interés a cumplirles a sus padres en los quehaceres domésticos y llegada la fecha, aunque su mamá les daba el permiso, su padre se los negaba o bien las limitaba hasta determinada hora y en ocasiones el evento ni siquiera había iniciado o a mitad del evento tenían que abandonar.
Después de algunos años de soportar el autoritarismo de su padre, lamentablemente la mamá se enfermó y finalmente murió. Antes de morir le hizo un serio reclamo al esposo, quien de todas maneras se comportó intransigente.
Después de la muerte de su madre, las chicas cayeron en profunda depresión la extrañaban pues ella era de alguna manera su cómplice. Tanta era su tristeza que enfermaron de gravedad, el papá trataba de animarlas a vivir y ellas le mostraban su resentimiento., le echaban en cara su actitud y él empezó a sentirse culpable, poco después las muchachas superaban el trauma, pero vinieron muchos eventos y ellas ya no mostraban ningún interés por asistir, ahora era el papá quien quería que salieran y ellas aprovechaban para hacerle fuertes reclamos a su padre.
En cierta ocasión se anunció un evento muy bueno en la población, todos los chicos las invitaban a asistir y ellas pasaban bajo llave encerradas, pero fue tanta la insistencia, que decidieron decirle a su padre y este les negó el permiso, y entonces ellas estallaron y explotaron contra él, diciéndole cuanto le odiaban y amenazándole con irse de la casa. Esta actitud le llenó de miedo, y el día del evento el hombre les pidió perdón, les entregó un sobre cerrado, en el pidió perdón, les hizo ver que al fin había comprendido su error. De última hora y sin ánimo las 2 chicas abrieron el sobre y se sorprendieron al ver que ahí dentro venían 2 boletos para asistir al importante evento ¡Les pareció increíble!
Se pusieron guapas y se fueron al evento, al llegar al evento prácticamente el foro estaba lleno a reventar, pero una persona les pidió los boletos y con toda amabilidad les pidió que lo acompañaran y ¡oh sorpresa! Las llevó hasta la fila 10 al centro, el mejor lugar del teatro desde donde podían disfrutar cómodamente el espectáculo y ¡Ho sorpresa! Además ahí disfrutaron de las más finas atenciones. Cuando regresaron a casa, ambas corrieron a abrazar y besar a su padre, a quien le dijeron cuanto lo amaban y este les pidió perdón llorando, también correspondiendo a los abrazos y los besos. ¡Este pequeño detalle les cambió la vida a todos!
Casi nada, casi nada solo la perpetuación de la especie, el no degenerar la especie, la sana convivencia entre dos y los que de esa unión se deriben, la educación, la salud, el bienestar, la alimentación, la diversión de los hijos, la gran responsabilidad de educar con el ejemplo la gran responsabilidad de amarse, respetarse, en la salud, en la enfermedad, para todos los días de su vida, soportar todo lo que surja de esa relación ¡Hasta que la muerte nos separe! ¿Basta? O le sigo rascando, porque estoy seguro que en este asunto si más le rasco más me sabe. Pero al fin bueyes, allá vamos, puede más un par de… que los consejos y lo que vemos en los demás matrimonios, con esto no quiere decir que esté en contra del matrimonio, sino en que nos fijemos con quien establecemos esta sociedad, porque yo puedo enojarme con un amigo que al fin y al cabo no me duermo con él, pero con el esposo o la esposa estamos condenados a soportar el colchón y a hacernos los dolidos. Los molestos si el otro nos toca, pero peor aun tener que aparentar con los pinches compadres que llegan de visita o con la suegra que sabe llegar en el momento menos esperado.
Hablar de las responsabilidades que conlleva la unión de pareja me parece desgastante e inútil, ya lo sabemos y en la mayoría de los casos lo hacemos por imitación no por que sepamos que eso es lo correcto, pero además se nos olvidan que en medio de todos esos deberes se encuentra la condición. Hacerlo todo con amor y ¿con? una obligación moral. Si se hace con amor no pesa y se hace con gusto y sin interés, porque desafortunadamente los padres en muchos casos ya vemos a nuestros hijos como nuestra inversión, como nuestro negocio, incluso a la pareja en muchos casos también. Ya parece que oigo, ¡Ese si te conviene, es de familia rica!, ¡Ese es un buen partido, recibirá una gran herencia! ¡Hijo tírale al cheque! ¡Búscate una maestra! Y entonces la esencia del amor no existe, los deberes se cumplen en lo material y hasta la mujer lo dice, ¡A mí que no me falte nada, aunque ande de cabrón!, pero entonces se cumple, pero se cumple mal porque nada bueno puede esperarse si se tiene casa pero no un hogar se llama unión conyugal y esto quiere decir en términos groseros, la unión de dos bueyes, que tienen que jalar parejo, que uno no puede quedarse ni desviarse por que el otro lo jala, que la misión es uncidos, juntos, que no se vale ni se puede uno solo porque están unidos por el yugo. Lo peor es que esas promesas pronto se olvidan y se pueden desbaratar a lo macho porque vivimos en un país que lo permite todo y donde bien sabemos que las leyes y las mujeres se hicieron para violarlas.
Hay un deber casi nunca cumplido y es el de la diversión, pero diversión sana y si no yo les pregunto y me pregunto, ¿Quién de nosotros mete en su presupuesto una partida para la diversión?, todo eso será mañana un mañana que nunca llega pero que si de verdad lo hiciéramos sería el mejor de los pasos hacia el cariño, el amor y la comprensión de los que a diario conviven con nosotros.
Anécdota ¡Fila decima, al centro!
Se cuenta que en cierto lugar cuyo nombre no recuerdo, había una familia, un matrimonio con 2 hijas, en el que el papá era muy celoso con sus hijas a quienes les prohibía salir, sobre todo a bailes, festivales conciertos y de igual manera si iban a salir por invitación de algún muchacho. Se cuenta que las chicas eran muy decentes y obedientes, por eso cada vez que se aproximaba un evento se dedicaban con más interés a cumplirles a sus padres en los quehaceres domésticos y llegada la fecha, aunque su mamá les daba el permiso, su padre se los negaba o bien las limitaba hasta determinada hora y en ocasiones el evento ni siquiera había iniciado o a mitad del evento tenían que abandonar.
Después de algunos años de soportar el autoritarismo de su padre, lamentablemente la mamá se enfermó y finalmente murió. Antes de morir le hizo un serio reclamo al esposo, quien de todas maneras se comportó intransigente.
Después de la muerte de su madre, las chicas cayeron en profunda depresión la extrañaban pues ella era de alguna manera su cómplice. Tanta era su tristeza que enfermaron de gravedad, el papá trataba de animarlas a vivir y ellas le mostraban su resentimiento., le echaban en cara su actitud y él empezó a sentirse culpable, poco después las muchachas superaban el trauma, pero vinieron muchos eventos y ellas ya no mostraban ningún interés por asistir, ahora era el papá quien quería que salieran y ellas aprovechaban para hacerle fuertes reclamos a su padre.
En cierta ocasión se anunció un evento muy bueno en la población, todos los chicos las invitaban a asistir y ellas pasaban bajo llave encerradas, pero fue tanta la insistencia, que decidieron decirle a su padre y este les negó el permiso, y entonces ellas estallaron y explotaron contra él, diciéndole cuanto le odiaban y amenazándole con irse de la casa. Esta actitud le llenó de miedo, y el día del evento el hombre les pidió perdón, les entregó un sobre cerrado, en el pidió perdón, les hizo ver que al fin había comprendido su error. De última hora y sin ánimo las 2 chicas abrieron el sobre y se sorprendieron al ver que ahí dentro venían 2 boletos para asistir al importante evento ¡Les pareció increíble!
Se pusieron guapas y se fueron al evento, al llegar al evento prácticamente el foro estaba lleno a reventar, pero una persona les pidió los boletos y con toda amabilidad les pidió que lo acompañaran y ¡oh sorpresa! Las llevó hasta la fila 10 al centro, el mejor lugar del teatro desde donde podían disfrutar cómodamente el espectáculo y ¡Ho sorpresa! Además ahí disfrutaron de las más finas atenciones. Cuando regresaron a casa, ambas corrieron a abrazar y besar a su padre, a quien le dijeron cuanto lo amaban y este les pidió perdón llorando, también correspondiendo a los abrazos y los besos. ¡Este pequeño detalle les cambió la vida a todos!
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